Cinco cadáveres, tres hombres y dos mujeres. Varios dedos acusadores, múltiples hipótesis y un crimen que nunca ha llegado a resolverse, ni siquiera medio siglo después.
El 22 de julio de 1975, cuatro meses antes de la muerte de Franco, la localidad sevillana de Paradas se vio sacudida por el brutal asesinato de cinco personas en el cortijo de Los Galindos. Las víctimas era gente humilde, todas ellas trabajadores de la finca o sus esposas. Y el crimen, archivado sin juicio en 1988 y prescrito en 1995, conmocionó a la España de la época, que vivía los últimos días del franquismo, y es el punto de partida de la nueva ficción de Mediaset, El Marqués, que se estrena próximamente en prime time.
El grupo audiovisual vuelve a unir fuerzas con Unicorn Content, la productora de Ana Rosa Quintana, para llevar a la pantalla esta miniserie de seis capítulos protagonizado por Víctor Clavijo y José Pastor, que supone el regreso de la ficción a la parrilla de Telecinco, ahora copada íntegramente por programas de entretenimiento.
"El Marqués es el perfecto ejemplo de lo que queremos hacer con la ficción en Mediaset. Dar prioridad a la calidad sobre la cantidad", explica Ghislain Barrois, director de la División de Cine y Ficción, durante la presentación de la serie. "Hay plataformas que hacen muchas series para un público estrecho. Nosotros preferimos hacer pocas series para un público amplio".
Aunque el crimen es la semilla de la serie, el desarrollo del caso, sus personajes y su resolución son puramente ficticios, hecho que recalcan tantos los creadores como la productora. "El relato parte de un hecho real, pero la serie surge de la cabeza de sus creadores con personajes y tramas inventadas", precisa Víctor García, director general de Unicorn Content. "Hemos recogido ese mundo de leyendas, que nos permitían agarrarnos a muchas cosas. Contamos una ficción sin ningún interés de que sea una hipótesis para nadie", apunta Ignacio del Moral, creador y guionista.
Siguiendo esta línea, la creadora y directora Begoña Álvarez enfatiza que El Marqués no pretende ser un "true crime al uso", sino un "drama rural emocional", cuyo foco está "puesto en crear un catálogo de personajes contradictorios y complejos" que luchan por convivir "con sus partes más claras y otras más oscuras". El crimen, añade Del Moral, "se convierte en una consecuencia fatídica de las relaciones de esos personajes y las de decisiones mal tomadas".
La trama de la ficción se desarrolla en dos líneas temporales que se solapan a lo largo de las seis entregas: una en 1977 y otra en 1975. En diciembre de 1977, dos años después del crimen en el cortijo, el joven periodista Onofre Romero (Pastor), que finaliza sus prácticas en una revista de actualidad en Madrid, regresa a su pueblo natal de Paradas para escribir un artículo sobre el suceso y encuentra una sociedad traumatizada y dividida, familias enfrentadas y un camino que le llevará a sacar nuevas conclusiones y confrontarse con el otro gran protagonista de la serie: el marqués, don Rafael Pertierra y Medina (Clavijo). La otra parte de la ficción retrocede 1975, para centrarse en las siete semanas que precedieron a los asesinatos y tejer una intriga en torno a la pregunta '¿Cómo pudo llegar a ocurrir aquello?'.
Con el contraste entre sus dos tramas principales, la ficción explora el radical giro cultural, político y social que, no sin tensiones, dio España en muy poco tiempo. La confrontación final retrata el duelo entre esas dos Españas enfrentadas: la que luchaba por mantener su estatus en un régimen que vivía sus últimos días y la que buscaba un futuro mejor, en democracia.
"El crimen transcurrió en una fecha clave, que era el 75. Queríamos pivotar sobre esto la serie. Los conceptos de España habían cambiado, entonces parte de la historia pivota sobre este cambio brutal entre personajes que luchan por mantener ese estatus y otros que quieren que esa España cambie, que son los más jóvenes", explica Del Moral. Es por eso que quisieron retratar "aspectos de la España que algunos recordamos, esa España en la que había mucha inquietud, la del 75, pero también la del 77, en la que ya se había avanzado algo, pero en la que empezaban a surgir temas como la especulación", prosigue explicando el guionista.
Onofre, explica José Pastor, "retrata al arrojo de esta juventud que tenía ganas de cambiar las cosas porque venían de estar comprimidos. Es inocente, cree que las cosas se pueden solucionar rápido". El afán del joven sevillano de resolver crímenes no sólo es "por interés periodístico", sino también "porque es su pueblo y lo necesita".
El marqués, sin embargo, "tiene esa soberbia de clase alta que representa la clase caciquil de los años 70", según Víctor Clavijo. "Queríamos trabajar esa brecha de inferioridad que siente. Es arrogante, machista... representa todos los defectos de esa sociedad que por suerte nos hemos ido desprendiendo de ellos", añade el actor, que confiesa lo divertido que fue interpretar a su personaje "porque puedes volcar en él todas tus miserias".
Completan el reparto Cinta Ramírez, Lara Grube, Paco Tous, Laura Baena Torres, Óscar de la Fuente, Juan Fernández y Joaquín Núñez, casi todos ellos andaluces. De hecho, la serie, según sus creadores, "respira Andalucía" y una de sus grandes bazas es que está rodada en escenarios naturales, centrando el grueso de la producción en un cortijo en la localidad sevillana de Carmona, antes de trasladar el rodaje a Huelva, Barcelona, Madrid y Ceuta. "Hemos pisado muy poco plató, lo que le da realismo", destaca Barrois.
La decisión de no rodar en el pueblo original del crimen se debió a que "en Paradas todavía había resistencia a la idea", según explica Del Moral, que desvela que la vivienda familiar en la que veraneó varios años hace las veces de la casa de Onofre en la ficción. "No queríamos incomodar a nadie, y allí hay gente que estaba entonces o son descendientes de las víctimas", concluye Álvarez.
Paralelamente, Mediaset ha preparado junto a Fénix Media la docuserie Los Galindos. Toda la verdad, que se emitirá pronto en Prime Video, narrada por Víctor Clavijo. En ella se analizarán los pocos datos investigados del crimen y contará con el testimonio de Juan Mateo Fernández de Córdova, hijo de los propietarios reales del cortijo, y escritor del libro del mismo título en el que se basa la serie.
