El Estado Franquista (1939-1975): Ideología, Apoyos y Evolución | Historia (2024)

LA CREACIÓN DEL ESTADO FRANQUISTA. FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS Y APOYOS SOCIALES (1939-1975)

Índice

• Características del Régimen. Represión.
• Fundamentos ideológicos, apoyos sociales
• Fundamentación legal del Régimen: Leyes fundamentales e institucionalización. Democracia Orgánica.
• Evolución política y económica de la dictadura
• Oposición al régimen.

INTRODUCCIÓN

La Guerra Civil fue la afirmación de un régimen dictatorial de los sublevados contra la República. El sistema implantado por Franco duró hasta su muerte en 1975. En el franquismo existen dos etapas: la primera, hasta finales de los años 50, como un régimen fascista, aislado y autárquico; y la segunda, desde la segunda mitad de los 50 e inicios de los 60, donde hay un crecimiento económico y una modernización social.

1. Características del Régimen. Represión

El sistema político franquista se estableció como un sistema dictatorial caracterizado por la concentración de poderes y la supresión de libertades. Se suprimió la Constitución y se creó un conjunto de leyes dispersas, las Leyes Fundamentales.

• Había un único sindicato: la Organización Sindical.
• Había un partido único: la Falange o Movimiento Nacional.
• Franco controlaba todos los poderes: el franquismo se caracterizó por su ideología conservadora, antidemocrática y anticomunista. Franco ostentaba los títulos de Caudillo, Jefe del Estado, Presidente del Gobierno, Generalísimo, Jefe del Partido y Presidente del Consejo Nacional.
• Constituyó un Estado centralista y unitarista.
• Control de los medios de comunicación a través de una rígida censura y como elemento de propaganda.
• Control de la educación a través de la Iglesia.

La Represión

En la posguerra (1939-1945), los franquistas continuaron con la represión. Los encarcelados fueron obligados a realizar trabajos forzados, se concentraban en campos de concentración y eran clasificados en encarcelados, en libertad condicional o pena de muerte. En la sociedad, la policía tenía clasificada a la gente según su actitud ante el régimen: a favor del régimen, indiferentes o en contra. Después de 1945, se redujo la aplicación de la pena de muerte. Había una gran censura en casi todos los aspectos, tanto en la política como en revistas y periódicos.

2. Fundamentos ideológicos, apoyos sociales

Hubo tres grandes pilares:

El Ejército

El ejército participó activamente en el poder (ministros y gobernadores eran militares) y jugó un papel importante en la represión y la justicia, aunque fue perdiendo influencia a partir de 1945.

El Partido Único

Falange Española Tradicionalista (FET) y de las JONS. La Falange, que era el partido oficial, controló siempre el Ministerio de Trabajo, el sindicato vertical y una parte de la prensa. El Frente de Juventudes adoctrinaba a la juventud; la Sección Femenina, a formar el ideal de mujer; el Sindicato Universitario controlaba el mundo de la Universidad; y el CNS.

La Iglesia

La Iglesia también apoyó al régimen. El catolicismo fue establecido como la religión oficial y se le concedió el control de la educación. El Concordato de 1953 reforzó esa alianza. La educación se convirtió en un importante medio de adoctrinamiento político y religioso, donde se enseñaban los principios de la doctrina falangista, con la formación del llamado “Espíritu Nacional”.

A nivel social, la oligarquía terrateniente y financiera, a la que se devolvió el predominio social y económico, fueron los principales beneficiarios de la economía intervencionista. También contó con el apoyo de las clases medias rurales, sobre todo en el norte y ambas Castillas, y de los grupos urbanos beneficiados por las depuraciones masivas de profesionales favorables a la República. Entre el proletariado industrial y los jornaleros el apoyo fue escaso, igual que entre las clases medias urbanas, que habían apoyado mayoritariamente a la República.

3. Fundamentación legal del Régimen: Leyes Fundamentales e institucionalización. Democracia Orgánica

La dictadura pretendió dar una imagen de legalidad con la publicación de una serie de Leyes Fundamentales que sustituyeron a la Constitución, y con la creación de unas Cortes que imitaban al modelo democrático sin serlo. Fue la llamada democracia orgánica.

Leyes Fundamentales

• Fuero del Trabajo (1938): Regulaba las relaciones laborales y establecía los principios del nacionalsindicalismo. Aprobada en 1938 como base de la Organización Sindical Española, en 1942 se decidió la inscripción obligatoria de trabajadores y empresarios a la Organización Sindical. La promulgación del Fuero del Trabajo inicia, en la evolución del derecho español del trabajo, una nueva etapa en la que se distinguen dos periodos: el primero, marcadamente intervencionista, y el segundo, que representa una cierta participación financiera de los trabajadores en las regulaciones del trabajo. Se establecen modificaciones como la Ley de Contrato de Trabajo en 1944, la Ley y el Reglamento del Descanso Dominical y el Reglamento General de Higiene y Seguridad.
• Ley del Referéndum Nacional (1945): El Jefe del Estado podía someter a consulta popular las cuestiones que considerara oportunas. La participación en el referéndum admitía el sufragio universal. Este procedimiento fue utilizado dos veces: en 1947, para aprobar la Ley de Sucesión, y en 1966, con ocasión de la Ley Orgánica del Estado. Esta doble práctica estuvo tan viciada que el referéndum es una institución esencialmente autocrática.
• Ley Constitutiva de las Cortes (1942): Ley fundamental que definía las Cortes como "órgano superior de participación del pueblo español en las tareas del Estado". La Ley Constitutiva de las Cortes de 17 de julio de 1942, una de las ocho Leyes Fundamentales, fue promulgada durante la primera etapa del régimen franquista, a fin de dar una apariencia de parlamentarismo a la dictadura. Establecía la formación de una asamblea unicameral, las Cortes Españolas, de elección indirecta con teórica iniciativa legal, aunque la iniciativa real correspondía al gobierno. Pero añadía que el Jefe del Estado mantenía "la suprema autoridad de dictar normas jurídicas de carácter general". Según la Ley Constitutiva de las Cortes, estas eran el órgano superior de participación del pueblo español en los asuntos del Estado. Su función principal era elaborar y aprobar las leyes, sin perjuicio de la sanción que corresponde al Jefe del Estado, Francisco Franco.
• Fuero de los Españoles (1945): Conjunto de deberes y derechos de los españoles. La relación de derechos no iba acompañada de ninguna garantía para poder ejercerlos. No constituía una norma directamente aplicable por los tribunales. No reconocía el derecho de asociación política, ni sindical, ni el de huelga. No reconocía la libertad religiosa; de hecho, se proclamaba la confesionalidad católica del Estado. La vigencia de muchos de sus preceptos podía ser suspendida por simple decreto-ley, sin control político alguno.
• Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (1947): Establecía España como reino y anunciaba la monarquía como sucesora del franquismo. El Caudillo respondió a las pretensiones de Juan de Borbón, hijo de Alfonso XIII, que organizaba una corriente de opinión favorable a la restauración monárquica. Esta ley declaraba que el Estado se constituía en Reino y lo definía como católico, social y representativo. Atribuía nominalmente la Jefatura del Estado a Franco, pero articulaba un mecanismo de sucesión. La ley creaba dos órganos: el Consejo de Reino y la Regencia. A pesar de esta legislación, el régimen seguía siendo el mismo.
• Ley de Principios del Movimiento (1958): Actualizaba los principios directivos del Estado. Todos los funcionarios públicos estaban obligados a jurar los "Principios del Movimiento" antes de tomar posesión. Esta ley es un resumen de los dos Fueros y de otros textos. La ley quería aparentar la dureza del régimen frente a la inestabilidad liberal. Poco después se pide el ingreso en la Comunidad Económica Europea.
• Ley Orgánica del Estado (1967): Fue la ley que destacó en la fundamentación legal del régimen. Fue aprobada en referéndum, modificaba anteriores leyes eliminando la retórica fascista, confirmaba la monarquía como forma futura de gobierno y separaba la Jefatura del Estado de la de Gobierno. En palabras del propio Franco, esta ley pretendía dejarlo todo "atado y bien atado" para el futuro de España.

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